¿Pero cómo puedo ser tan zorra?


Todos sabeis que llevo muchos años trabajándome el culo de la perra y dilatando su ojete poco a poco. Al principio no le entraba ni un mísero dedo. La muy guarra gritaba de dolor cada vez que le follaba el culo con mi índice... Pero poco a poco fui haciendo grande aquel estrecho agujero, hasta conseguir que disfrutase más una buena follada anal que una vaginal...